​​La marca Nikshuran nació en un momento especial de mi vida, impulsada por el deseo de crear algo mejor para mi hijo y para los niños de esta generación. Después de numerosos intentos por registrar una marca y enfrentar varios rechazos con los nombres propuestos, llegó un momento en que me sentí desmotivada. Sin embargo, el nombre ideal aparecería de la manera más inesperada.

Un viaje a mi tierra natal, en el departamento de Huánuco, provincia de Lauricocha, marcó el inicio de esta historia. Fui a celebrar los 71 años de mi padre junto a mis hermanos. Durante esta reunión, al mostrarle a mi padre unas fotos de mi pequeño hijo, él, emocionado, lo llamó "Nikshuran". Sorprendida, le pregunté qué significaba, y con cariño me explicó que era el nombre de un personaje de danzantes de su tierra.

Ese día, mi hijo no solo recibió un seudónimo lleno de amor, sino que también nos inspiró el nombre perfecto para nuestra marca. Nikshuran representa mucho más que un emprendimiento; es un símbolo de unión familiar, raíces culturales y un legado para el futuro.

Esta es solo una pequeña parte de la historia detrás de Nikshuran, una de las muchas historias que nos impulsan a crecer cada día.

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"Nikshuran el seudónimo de mi hijo, que es mi mundo, convertido en una marca para el mundo."